Todas las bolsas de plástico son reciblables y se reciclan el 100% de las que depositemos en su contenedor correspondiente. El problema ambiental de éstas está en los comercios, no por su material, si no por su condición de un solo uso y la falta de concienciación de los ciudadanos en su reciclaje.
Con el fin de avanzar hacia una economía circular y fomentar la incorporación de materiales procedentes de residuos en la fabricación de nuevos productos, el RD 293/2018, de 18 de mayo, en primer lugar exceptúa de la obligación de cobro, a las bolsas con un espesor igual o superior a las 50 micras y con un porcentaje de plástico reciclado igual o superior al 70% , y en segundo lugar establece la obligación, a partir del 1 de enero de 2020, de que esas bolsas tengan un porcentaje mínimo de plástico reciclado del 50%, proponiendo para éste último tipo, un precio orientativo menor. La norma mencionada anteriormente, establece que los comerciantes deben solicitar al fabricante la documentación necesaria que permita acreditar dicho porcentaje. Por regla general se certifica en la propia ficha técnica del producto.
Por lo tanto, a partir de la fecha indicada tan solo existirán bolsas de plástico reciclado igual o superior al 50% y de material compostable.
En estos últimos años ha habido un gran avance con el acabado y la calidad del reciclado. En determinadas bolsas, identificar si está confeccionada con polietileno virgen o reciclado no es una tarea que pueda ser exitosa para cualquiera.
Con un mínimo del 70% de reciclado, además de quedar exenta de la obligación de cobro se caracteriza por ser resistente, vistosa y comprometida con el medio ambiente, ya que está dentro de la economía circular tan buscada y fomenta la utilización de residuos para fabricar productos nuevos.