La ciencia se une por las bolsas de plástico.
A raíz de las creciente interés artístico por trabajar con elementos reciclados. (De la que hemos hablado en otro post). El sector del arte ha tenido que adaptarse a las nuevas tendencias y entender, acoger a los nuevos materiales que se han añadido a sus filas. Excepto determinadas vertientes artísticas el arte como creación tiene a perdurar por definición. No es el caso de las obras creadas por los grandes chefs, que la finalidad entre otras es que desaparezca, y rápido.
Volviendo al sector del arte tradicional. Los comisarios, los conservadores y galeristas, suelen tener un conocimiento limitado sobre ciertos elementos. Se encuentran algo incómodos ante piezas hechas, por ejemplo, con bolsas de plástico. No han tenido que tratar ni conocer, por ejemplo, la composición y evolución de los polímeros sintéticos que se encuentran en determinados materiales plásticos. Esto crea dificultades en el cuidado y conservación de obras hechas a partir estos elementos.
Conscientes de esta situación, GCI (Getty Consevation Institute) y el Consorcio de Laboratorios de investigación de Reino Unido, Francia, Italia, Noruega, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, reciben financiación de la Comisión Europea, y se unen para iniciar un proyecto de tres años y medio llamado POPART (Preservation of Plastic ARTefacts).
Este proyecto se basa en desarrollar estrategias para mejorar el mantenimiento y preservar los objetos plásticos de obras de arte. Coordinando los conocimientos de los miembros del grupo, se pretende identificar riesgos asociados con la exhibición, protección, transporte, y limpieza de las obras.
Por lo tanto, es verídico que en la actualidad tenemos herramientas y conocimientos para estudiar cual va a ser la evolución y el progresivo deterioro de determinados plásticos. Qué condiciones y factores pueden perjudicar o por el contrario beneficiar su envejecimiento. En definitiva, podemos estudiar, analizar, investigar y preveer. Con ello debemos sacar conclusiones. Y a partir de ahí, desarrollar una estrategia, una pauta, unas reglas, y normativas. Pero sobre todo lo esencial es conseguir o al menos luchar para que el mundo del arte conozca este hecho se conciencie y asuma que este tipo de arte conlleva una serie de responsabilidades. Responsabilidades distintas que las piezas a las que están acostumbrados. Al menos, si queremos que perduren en el tiempo y se conserven correctamente.