Las bolsas como imagen de marca
Hoy en día hay muchas formas de publicitar la imagen de una marca. Las empresas utilizan distintas estrategias, pero conseguir que tu marca se desarrolle y consolide en el tiempo no es tarea fácil, se requiere conocer todas tus opciones para elegir la que más convenga.
La relación cliente- establecimiento es muy importante. El contacto y la conexión que se consigue con el cliente en tiempo y espacio real, es un momento clave parte mostrar nuestra mejor cara al natural. Se genera un estrechamiento con el cliente, hay que cuidar el contacto desde el primer momento hasta el último. Porque aunque muchas veces hablamos de números, pero los negocios se resumen en personas, y si existe un trato cercano y cuidado, el éxito será mayor. La primera impresión es muy importante, sin embargo, cuando un cliente potencial se convierte en cliente comprador, tenemos la mayor parte del camino andado. El momento en el que un cliente recibe su producto dentro de la bolsa de plástico está cogiendo su objeto deseado y sale de la tienda llevando una bolsa que para él, es su nueva y deseada adquisición.
En estos momentos, las bolsas en manos de los clientes se convierten en potentes embajadoras de nuestra marca. La bolsa de un consumidor andando por la calle, o en el autobus, o metiéndola en el maletero del coche, no sólo hace más visible al negocio sino que además, está contando que esa persona ha elegido esa marca, o comprar en ese establecimiento y no otro. Y eso es la mejor referencia que una persona puede tener. Es otra forma de boca a boca, pero en este caso de bolsa a ojo.
Además ocurre un fenómeno muy curioso en términos de venta. La persona que ve la marca de la bolsa, ve la marca, pero no conoce el producto específico que está en el interior. Lo que implica, que la persona observadora relacionará indirectamente esa marca con el producto que tenga más notoriedad para él. Esto significa que, a la persona observadora le vendrá a la mente el producto específico con el que él está más familiarizado, o el que estaba pensando en comprarse, o el que más le gusta de manera. Esta relación marca de la bolsa de plástico-producto deseado sucede en la mente del consumidor de manera inconsciente y voluntaria. Sin intrusismos de ningún tipo.
Existen muchos tipos de bolsas, para diferentes tipos de comercios. Las bolsas se pueden hacer a medida, y se adecuan a la imagen de la marca, o al tipo de producto. Desde bolsas más sencillas o más elaboradas y de lujo. Con plásticos que soportan más o menos peso, guardatrajes, bolsas para botellas de vino, bolsas para regalo o con cierre, de envoltura o protección. Hay un sin fin de posibilidades. Porque las bolsas no sólo sirven para una tienda de ropa o artículos varios, si no para una bodega, una industria cárnica, una panificadora, un restaurante take away, una empresa de catering, en resumen para cualquier tipo de negocio o industria.
En muchas ocasiones los clientes que entran en una tienda no se paran a mirar cómo se llama la tienda, la marca, el logo, ni siquiera cogen la tarjeta de visita. Entran, buscan lo que necesitan, u ojean los artículos de manera curiosa y si al final compran, el elemento protagonista será la bolsa que les entregarán. Si esas bolsas personalizadas son de plástico reciclado, biodegradable o compostables, es decir de materiales que comunican cercanía y respeto al medio ambiente, y además lleva el nombre de tu tienda, marca o industria transmitirá personalidad a tu identidad.
Las bolsas de plástico se aprecian por su tamaño, generalmente medida por centímetros y por el grosor del plástico lo que viene siendo la galga o micra
Las bolsas, por sus múltiples usos en diferentes contextos, son un soporte muy recurrente para hacer publicidad sobre los productos a los que contiene en su interior.
Las bolsas se crearon originariamente para transportar productos. Para solventar la necesidad o elevar la comodidad que supone transportar, cargar, trasladar o llevar productos distancias suficientemente largas como para preferir llevarlo en una bolsa a llevarlo en la mano.
En la sociedad capitalista de hoy en día esto se podría traducir a: cliente recorre una distancia llevando en la mano una bolsa con algún tipo de producto en su interior. En qué contexto colocamos en nuestra mente a este "cliente" en su casa?
Como es un objeto utilizado públicamente que cogemos con las manos, y llevamos a la vista de todo aquel que se cruce con nosotros o que pase a nuestro lado, o voy más allá, que llevemos en el asiento de enfrente nuestro en el autobus o metro, es un objeto público q
¿Cuántas veces pensais que puede ser vista una bolsa? Cuántas veces vamos por la calle e inconscientemente nos llama la atención una persona por una razón determinada y de la misma manera que nos fijamos en su movil, en su bolso, en su camiseta, en sus gafas, se nos va la mirada a la/las bolsas
Ese misteriososo momento en el que pasas por delante de una tienda y en ese instante sale alguien y subconscientemente miras a su bolsa.
Pues todo esto lo pensaron en su momento los grandes gurus de la gestión de impresiones por segundo.
La oportunidad la tienes, ahora ve un poco más allá, y no dejes que miren y pasen de largo, consigue que se queden mirando, o pensando. Que se sorprendan o se sonrían. Que reconozcan, que relacionen. Que les haya llamado suficiente la atención como para no solo tengan algún tipo de interés en tu producto publicitado, si no que encima le saquen una foto con el movil y la cuelguen en facebook, o tuiten la nueva publicidad de…
No hay que olvidar además, que las bolsas de plástico de calidad suelen durar en el tiempo ya que no sólo sirven para transportar lo que el cliente se lleva, si no que a su vez, ese cliente hará una vida con esa bolsa y quizás regalándola a otra persona. De esta manera se creará un impacto en el tiempo mucho mayor que un cartel publicitario en una revista o en una pared. Las imágenes en bolsas de plástico son marcas que viajan y se quedan en la retina de muchas personas que se cruzan por la calle.