Las bolsas de plástico, así como cualquier otro producto de plástico que se produzca se obtiene a partir del petróleo.
Son las refinerías especializadas donde el petróleo se convierte en el gas etileno que se polimeriza y solidifica hasta que se genera el polietileno, que es polímero de etileno. El polietileno se granula, quedando granos del tamaño del arroz, cuyo nombre habitual es el de granza. Habitualmente para facilitar su transporte se produce en sacos de 25 kilos. Estos sacos son los que reciben las fábricas de bolsas de plástico y de cualquier otro material de plástico como cableado, menaje del hogar, coches, bolígrafos, etc ya que es la el principal material.
Una vez nos metemos de lleno en el polietileno nos damos cuenta de que existen muchos grupos y pequeñas variedades de polietileno. Esto nos permite elegir la que mejor se adapta al tipo de producto que se quiere realizar. Las dos grandes variedades que se producen y que se adaptan mejor a las necesidades que tienen las fábricas de bolsas de plástico son los de alta y los de baja intensidad, al igual que los de densidad lineal.
Dentro de estos grupos comentados existen todavía más subgrupos, variedades y referencias. Estas pequeñas diferencias son las que permiten dotar de ciertas características a las bolsas de plástico. Como serían el brillo, la resistencia, tipos de cierre, facilidad para ser abiertas, grosor, tamaño, tacto, etc
Cuando llega la granza de polietileno a la fábrica se siguen una serie de procedimientos que permiten la correcta fabricación de las bolsas de plástico.
Los principales procesos son:
La Extrusión
La Impresión
El corte
En próximos post analizaremos estos pasos, que son los marcan la calidad de la bolsa.